Las
medusas, también llamadas aguamalas, malaguas, aguavivas, aguacuajada o
lágrimas de mar, son animales marinos pertenecientes al filo Cnidaria
(conocidos antes como celentéreos); son pelágicos, de cuerpo gelatinoso, con
forma de campana de la que cuelga un manubrio tubular, con la boca y en el
extremo inferior, a veces prolongado por largos tentáculos cargados con células
urticantes llamados cnidocitos. Aparecieron hace unos 500 millones de años en el
Cámbrico.
Para
desplazarse por el agua se impulsa por contracciones rítmicas de todo su
cuerpo; toma agua, que se introduce en su cavidad gastrovascular y la expulsa,
usándola como "propulsor".
El
concepto de medusa no es taxonómico sino morfológico. Muchos cnidarios tienen
una alternancia de generaciones, con pólipos sésiles que se reproducen
asexualmente y medusas pelágicas que llevan a cabo la reproducción sexual. Solo
los antozoos carecen de forma medusa; las otras tres clases de cnidarios (hidrozoos,
escifozoos y cubozoos) poseen forma pólipo y forma medusa; dichas medusas
presentan características distintivas en las tres clases, de modo que se puede
hablar de hidromedusas, escifomedusas y cubomedusas respectivamente.
Reproducción y desarrollo
Desarrollo
de las escifomedusas.
Del
huevo se libera una larva llamada plánula pelágica en forma de pera y
completamente ciliada que, cuando encuentra un sustrato apropiado, se fija y se
transforma en un pólipo asexual; los pólipos producen medusas sexuadas que
cierran el ciclo.
En
las clases Hydrozoa y Scyphozoa, los pólipos se reproducen asexualmente
formando yemas de las cuales surgirán medusas sexuadas, cosa que no ocurre en
Cubozoa:
Hydrozoa.
Las hidromedusas se forman por gemación a partir de yemas (gonóforos) sobre los
pólipos, ya sea a partir de sus paredes o en gonozoides especializados.
Scyphozoa.
Las escifomedusas se originan a partir de pequeños pólipos por un proceso
llamado estrobilación, en el cual el pólipo (escifistoma) se divide en discos
sobrepuestos; estos discos se liberan como larvas pelágicas llamadas éfiras que
darán origen a medusas sexuadas.
Cubozoa.
En los cubozoos, cada pólipo origina una sola cubomedusa a través de una
metamorfosis completa (no hay gemación ni estrobilación).
La
mayoría de las medusas tienen los sexos separados (dioicas). Durante la
reproducción sexual, las medusas liberan los gametos (óvulos y espermatozoides)
en el agua, donde se da la fecundación, o bien los espermatozoides fecundan los
óvulos en el interior del cuerpo de la medusa hembra.
Toxicidad de los tentáculos
Las
medusas poseen tentáculos formados por células urticantes, o nematocistos, que
usan para capturar presas y como forma de defensa. Estas células contienen una
cápsula con un filamento tóxico (venenoso). Al contacto con una presa, los
filamentos se eyectan e inyectan veneno. Los tentáculos de medusas muertas que
a veces se encuentran en la playa pueden envenenar por varias semanas.
La
toxicidad de la picadura de la medusa varía según la especie. La mayoría de las
medusas que encuentran los bañistas provocan picaduras dolorosas y con una
sensación de ardor, pero pasajeras. Sin embargo, se aconseja a los bañistas inmediatamente
salir del agua, porque existe la posibilidad de padecer un shock anafiláctico y
ahogarse.
Las
picaduras de la medusa fisalia, también llamada carabela portuguesa (Physalia
physalis) y ortiga de mar (Chrysaora quinquecirrha) rara vez son mortales. Las
picaduras de la medusa avispa de mar (Chironex flecheri, Chiropsalmus
quadrigatus) pueden causar la muerte en minutos.
Algunos
peces como el "chicharro" son inmunes al veneno de las medusas y por
eso las utilizan como escondite a los posibles predadores.
Medusas
de los géneros Cyanea y Physalia llegan a tener tentáculos de hasta 40 metros,
en los cuales algunos peces se refugian. Pero en contacto con el hombre, se
pueden producir ciertas reacciones alérgicas que podrían causar la muerte.
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